Tolix: un mueble clásico de los años 30 que se mantiene como uno de los íconos del diseño.
Gastón acaba de instalar su taller editorial en un barrio de Córdoba, pero sentía que al salón de reuniones y usos múltiples le faltaba algo: un buen juego de sillas. En verdad, siempre tuvo en claro qué modelo quería, eran las sillas Tolix.
Firma indiscutible de los clásicos bistrós parisinos, sencilla y extremadamente funcional, el modelo A de esta silla sigue siendo, desde 1934, un infaltable del interiorismo.
Breve historia
A pesar de ser un ícono del estilo industrial, nació en una región montañosa de la Borgoña francesa, de la que, en su tiempo, salían trabajos derivados principalmente de la madera.
Su creador fue Xavier Pauchard, el primer fabricante de acero galvanizado en Francia. El resultado de la aplicación de su proceso consistía básicamente en sumergir acero en zinc, generando piezas recubiertas por una capa extremadamente duradera y resistente.
Pauchard no era diseñador ni arquitecto, pero sí un comerciante avezado. En 1927 patentó su invento y abrió la firma Tolix, para empezar a fabricar mobiliario. Entendió que su galvanización resolvía el problema de muchos hoteleros, que veían cómo sus muebles de madera se deterioraban rápidamente en las terrazas por su exposición a la intemperie.
En 1934 diseñó la primera silla que, además de estar galvanizada, contaba con agujeros en el asiento para evitar que el agua se acumulara en caso de lluvia.
La Tolix refinó su estructura, para permitir apilar hasta 25 piezas en una sola columna y así ahorrar espacio. El éxito fue imparable. Las grandes cerveceras empezaron a utilizarlas como merchandising y regalaban juegos completos a los comerciantes con quienes cerraban acuerdos.
Eternas
Tanto fue el éxito de este mobiliario, que para 1950 la fábrica de Pauchard produjo más de 60 mil unidades. Así, se las vieron en bares, cafés y restaurantes; también las incorporaron las oficinas, hoteles, fábricas y también los hospitales.
Sus principales características se pueden resumir en un producto ligero, funcional y muy resistente. Es muy versátil y se adapta a cualquier espacio y estilo decorativo. Viste por sí sola cualquier ambiente y va muy bien sobre suelos de mosaicos, cementicios o de madera.
Con la movida vintage y el estilo industrial (muy aplicado en interiorismo), la silla Tolix sigue siendo un referente después de 80 años de comercializarse en todo el mundo. Desde 2004, su nombre salta de nuevo en los principales titulares de publicaciones de diseño, cuando la marca fue adquirida por Chantal Androit.
El nuevo dueño contó con los creativos Jean-François Dingjian y Eloi Chafaï de Normal Studio, quienes revitalizaron los diseños de la empresa (Tolix Steel Design) con una nueva línea de productos en la que se incluyen mesas, bancos, banquetas bajas y altas.
Fuentes: https://www.lavoz.com.ar/tende...